- ¡Sí! Por favor, cuéntamelo ya.
- Vamos a por una copa.
- ¿El hermano pequeño de Harry Styles bebe? JAJAJAJAJAJA - te hacía mucha gracia. Él no tenía pinta de beber, claro que tú tampoco. Pero a veces era lo único que te ayudaba a olvidar.
- ¿Algún problema?
- No no, vayamos. Y... ¿Cuándo piensas decírmelo?
- Ya veré.
Cogiste una copa de Jack Daniels y Marcel, gintonic. En el barco no vendían alcohol pero unos compañeros lo habían llevado. Después de un tiempo, bailando y bebiendo estabais todos alegres.
- Dímelo ahora - dijiste a tu amigo agarrandolo de la camisa y acercándolo a ti.
- No te vas a enterar, mañana despertarás y se te habrá olvidado.
- Da igual. Alégrame la noche.
- Está bien. Tú lo has querido. Me quedo. Yo soy tu nuevo vecino, he alquilado el ático.
- ¿De verdad? ¡Me alegro muchísimo!
- Eso no es todo. Ven.
Te dijo que le siguieras. Se apartó de la multitud, donde ya no se oía música apenas. Entonces te puso contra la pared. Sabía que no te ibas a ir pero aún así te encerró entre sus brazos, que se apoyaron a tus lados.
- ¡TE AMO! ¡TE AMO DESDE EL PRIMER DÍA EN QUE TE VI!
- ¿Por qué tardaste tanto en decirlo?
- Por si te hacía daño al irme, pero ahora que me quedo quiero que todo el mundo sepa que te quiero. - Se iba a dirigir hacia la pista de baile pero lo paraste.
- ¿Y si lo contamos otro día y disfrutamos de la noche?
Tu camarote se encontraba cerca y a pesar de que no ibas muy bien pudiste abrir la puerta. Y sin querer, la cerraste. Marcel llamó y abriste otra vez. Y la volviste a cerraste, esta vez con Marcel dentro.
Lo apoyaste en la puerta y lo agarraste por el cuello acercando su cara a la tuya. Y cuando menos te lo esperabas te besó. Apasionadamente. Te había agarrado por la cintura de una manera salvaje. E ibais caminando por el camarote mientras os besabais. Te tiró a tu cama mientras te seguía besando.
- Marcel, Marcel - dijiste haciendo que parara. - Gracias.
- ¿Gracias?
- Por esto.
Lo volviste a besar. Entonces sin darte cuenta empezaste a sacarle la camisa y desabrochársela. Aparte de inteligente y guapo, estaba muy bueno.
- ¡Uy! ¿Y esto de aquí? - preguntaste tocando su cuerpo. Como se encontraba encima tuyo, pasabas tus dedos por sus torso desnudo.
- ¿No te gusta? - te preguntó mientras alejaba su cuerpo del tuyo.
- Claro que sí. Menudo descubrimiento acabo de hacer. Ven aquí bobo. - dijiste tú, subiendo la cabeza para besarle y hacer que vuestros cuerpos volvieran a rozarse. Suave y delicadamente.
- Déjame descubrirte. Es lo que toca. - te dijo susurrándote al oído y metiendo su mano por debajo de tu ropa.
Los abdominales que tenía eran de infarto. Perfectos. Ya no os besabais, tan sólo os mirabais a los ojos. Con deseo. Empezó a sacarte tu camisa y después fue a por los pantalones. Quedaste en ropa interior y él igual.
- ¿Estás seguro que nunca has tenido novia?
- Completamente.
- Pues lo haces muy bien. Seguro que tu hermano te ha enseñado ¿eh?
- Bueno, algo me dijo... Olvídate de él. Aquí somos tú y yo.
Te levantó de la cama. Y te acercó hacia él. Te tenía agarrada por la cintura, bajando sus manos hacia tu culo y las tuyas estaban apoyadas en su pecho. Volvisteis a la cama, os mirabais. Comenzó a aproximarte más y más y más.
Entonces sabías lo que iba a hacer. Ambos los sabíais.
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